Mi cuerpo salto al sonoro del timbre de mi celular. No dejaba de verlo, estaba frente a mí, sonando una y otra vez, con un número desconocido. Tenía miedo de que de nuevo fuera Ani felicitándome en mi cumpleaños.
Me quede mirándolo durante unos segundos. Mi corazón se acelero y el volumen del celular se fue haciendo más alto. La vibración del celular hizo que cayera al suelo y comenzara a dar vueltas en el piso.
Mi mente me decía que me protegiera, que no lo tomara, que lo dejara sonar. ¿Pero cuando terminaría todo esto? De alguna u otra forma tenia que acabar con todo esto. Decirle mejor que vaya al punto y que me diga lo que quiere ¿Y si quiere venganza?
Tomé valor y tomé una gran bocanada de aire.
-Bueno –Contesté con mi voz ronca y a regañadientas- ¿Quién habla?
Estaba ansiosa por saber o por lo menos escuchar esa voz espantosa que ya lo imaginaba. Mi mano no paraba de temblar, por lo que tuve que sostener el teléfono con las dos manos. Intentaba tapar mi celular con una mano mi celular para que no pudiera escuchar mis respiraciones aceleradas.
-¿Quien habla? –mi voz apaciguada ahora sonaba desesperada al no escuchar ninguna respuesta a mi ultima pregunta-Contesta!!
Estaba más ansiosa de lo esperado. Cerré mis ojos con fuerza y un gran alivio paso por toda mi mente al escuchar la voz de Chelsey.
-Soy yo. –Su voz sonó con impaciencia. Podía imaginar en el lugar donde sea como ponía los ojos en blanco- Déjate de juegos y mejor platícame que ha pasado con tu vida.
-Chelsey –Fruncí mi entreceño- No estoy jugando, juro que escuche la voz de Ani cuando me llamaste la primera vez en el teléfono de Georg-.
-Te creo, no entiendo como le hizo para hacer eso –Hizo una breve pausa, y luego escuche como lentamente suspiraba- No quise decirle nada a Georg por que no quise que se preocupara-.
-¿Cuándo terminara esto? –Me queje entre dientes- Tengo miedo, miedo de ti y de que pase algo malo, no estoy segura de si estar lista para una sorpresa mas.
-¿A que te refieres con eso?
-Pues –Dudé por unos momentos, no sabia si contarle toda mi vida- Veras..son muchas cosas.
-Entiendo –Susurro, cada silaba la pronuncio cada vez mas bajo- No eres la única que tienes problemas.
Aunque no pude verla en ese momento, su voz me indicaba como se estremecía al recordar algo. Al igual que ella me estremecí al recordar todos mis problemas. Algo que me gustaba de ella es que jamás se adentraba tanto al tema, me conocía, y sabía que no me hubiera gustado transmitir el dolor que yacía de nuevo en mi cuerpo.
-Jamás supe de ti cuando me fui de Oberhausen –Me dio un pequeño escalofrío volver a pensar en el pasado- ¿Por qué no vuelves con nosotros? Estoy segura de que estarás más protegida junto a nosotros.
-No se trata de estar protegido Neily –Su voz comenzó con mucha impaciencia, mas que al comienzo de nuestra conversación- No te das cuenta que por mi culpa, ustedes corren peligro. La que me preocupa más eres tú. Pensé que al decirle a Georg la verdad me sentiría mejor para que se previnieran. Pero creo que eso no fue lo más correcto.
-No –Hice un mojin. Tratando de apaciguar mi voz- Tu no tienes la culpa de nada.
Me estremecí al saber que corría grave peligro mi bebe, no quería que nadie se le acercara a él. Pero la conversación con Chelsey era todo lo contrario a lo que yo esperaba. Cada frase o comentario no me aclaraba mis dudas, solo hacia tener el doble de dudas.
¿Cómo le hizo Ani para salir de la cárcel? ¿Cómo se dio cuenta de que había salido de la cárcel?
-¿Y como salio Ani? –Trate de que mi voz fuera lo mas normal, pero por alguna razón, me decepcione de mi misma al saber que había sonado exaltada y con mi corazón latiendo al máximo- ¿Y como te diste cuenta de que había salido?
-¿Recuerdas a Cristin? –Preguntó.
-Si.
-Pues ella fue la que me lo dijo, entre ella y yo hubo una comunicación mejor que la de antes, lógicamente sin comentarle nada a Ani, ya que Cristin segue en contacto con Ani. No me sorprende –Ahora su voz sonaba un poco fría- ya que su maldito padre es un millonario que saca a todo aquel que se le antoje.
-¿Y por que Ani trabaja si su padre es un millonario? ¿Acaso sabe lo que hizo su hija?
-Jajaja –rió muy bajo-Claro que si, es el orgullo de su hija, su padre es la mano derecha del supuesto “jefe”. Ani no quería quedarse atrás, siguiendo los instintos de su padre. Lo que me da mas rabia es saber que ahora el “jefe” y Ani han salido de ahí.
-¿Qué? –otro grito mas fuerte volvió a sorprenderme salir de mí.
-Lo se –Se estremeció- Intento hablar con la policía, pero están investigando por saber su localización y de nuevo tener un plan para poder atraparlos.
-¿Pero de que sirve? –Me quejé- de todos modos ellos saldrán libres como siempre. ¿Cómo es posible que no los hayan reconocido?
-¿No te das cuenta Neily? –Dijo incrédula- Son mas astutos de lo que creían, es lógico que su padre no será quienes los haya liberado, pudo haber mandado a otra persona para dejarlos libres. Pero te puedo decir solamente una esperanza.
-¿Esperanza? –enarque las cejas a mi pregunta, en tono de broma- Después de lo que me dices ¿Crees que hay esperanza?
-Si –Le creí, pues su voz sonaba con alguna fe, o al por el estilo- Hasta el momento, lo único que ha investigado la policía, es que no se pueden acercar a ustedes, ya que entonces la policía los estaría esperando con los brazos abiertos.
-¿Y que hay de ti? –Pregunté.
-No te preocupes por mi –Susurro- Tratare de mantenerme con vida y por cierto…feliz cumpleaños.
-Espera –Respondí inmediatamente antes de que se fuera de la línea- ¿Chelsey?
Me colgó.
La noche había sido larga y corta a la vez. Al comienzo fue muy larga contando nuestra extraña discusión. Corta por no haber descansado lo suficiente. Intentaba cerrar mis ojos una y otra vez tratando de volver a conciliar mi sueño, pero me era imposible.
Me levante de la cama dándome cuenta que aun tenia mi ropa anterior. Todo estaba en su lugar salvo mi cabello, que parecía que un gato enojado lo habían arrojado a mi cabeza arañando cada parte de mi cabello.
Mis manos las había recargado sobre el buró que estaba frente al espejo. Trataba de mirarme repetidas veces tratando de descifrar “¿Qué hice yo para merecer esto?” Intentaba no meterme mucho al asunto a esa pregunta. Me hacían recordar al pasado todo lo que había vivido.
Eso me hizo recordar lo que había mencionado Aliz ayer por la tarde, sobre lo que habían dicho de mí. Ya me lo había imaginado, hablando mal de mí. Corrí como pude hacia una de las maletas buscando mi laptop para saber que era lo que decían de mí.
Una vez que lo encontré, lo abrí y lo puse en mi cama, que parecía intacta, estaba todo en su lugar, nada cambio después de haber dormido en ella. Mis dedos estaban inquietos, daban el sonido de un tambor tocando muy rápido.
Suspire una vez que la laptop se había prendido. ¿Pero habría señal?
-Diablos –Me queje- Tengo que salir de aquí.
No había señal, por lo que tuve que arreglarme para salir y dirigirme hacia algún lugar donde hubiera alguna señal de Internet. También pude darme cuenta de la hora que era para salir disparada de mi habitación. Me di una ducha y me vestí muy rápido. Recogí mi cabello con una coleta y me puse unas sandalias con una blusa de manga corta blanca y unos shorts casuales.
Tome la laptop y me dirigí fuera de mi habitación. Antes de cerrar la puerta me cerciore de que no hubiera nadie alrededor., dado que no tenía el tiempo necesario para otra de las grandes charlas que sentía que se avecinaba.
Corrí de inmediato a la recepción donde creía que habría posibilidades para poder tener Internet. Intentaba mirar a mis alrededores como si estuviese escondiéndome de algo. De nuevo me sentí aliviada cuando vi uno de las secretarias con los típicos uniformes. Azul para las mujeres, quienes estaban encargadas de toda la recepción. Vestían muy bien, una blusa blanca debajo de ese saco azul fuerte. Una falda larga hasta las rodillas haciendo juego con su saco y unos zapatos de tacón negros.
-¿Disculpe? Pregunte nerviosa por creer que alguien en cualquier momento me vería- ¿Es aquí donde puedo obtener Internet?
La señorita se me quedo viendo extraño. Su cara me hacia mucho reír. Daba la impresión de que ella también no quería hacer lo mismo que yo. Frunció sus cejas y vacilo al principio.
-Im sorry –Esas palabras podía entenderlas a la perfección- But I dont understand
Lo ultimo dicho no pude entenderla. Creo que ahora sabía el motivo de su frustración. Olvidaba que en este lugar solo hablaban el español e ingles. Me desespere al saber que no podríamos comunicarnos. Pero entonces se me ocurrió una idea donde tal vez pudiera entenderme.
Levante mi laptop hacia ella y comencé a agitarla repetidas veces. “Where” le gritaba mas desesperada. La mayoría de la gente que pasaba en ese momento nos miraba extrañados. Fue más llamativo cuando le hablé a la secretaria, ya que en ningún país era muy reconocido nuestro idioma.
-Ohh –Exclamo la señorita enarcando sus cejas- There.
Su dedo señalo hacia una fuente que estaba a unos metros del lugar donde me encontraba. Me dirigí hacia ahí con rapidez y abrí mi laptop.
Mis dedos volvieron a tamborilear en la pequeña mesa en la que me había instalado.
Me desespere aun mas sabiendo como esta pequeña maquina tardaba en encender. Pero me hizo viajar al pasado donde me había aprovechado de los chicos, gastando la tarjeta de crédito de Bill para comprarme esta “maquina”.
Me reí.
Eche un vistazo a mí alrededor, para fijarme que no hubiera nadie cerca de mí. Ya que pensarían que estaría loca por reírme sola.
La distracción me resulto útil. De pronto ya me encontraba navegando por la página más conocida “Google”. De nuevo lo pensé, no sabría que escribir para que hubiera noticias sobre mí. Me mordí el labio y suspire fuerte.
Comencé a escribir letra por letra, ya que el miedo y la curiosidad eran dos cosas en las que mas me aferraba para no detenerme a lo que estaba dispuesta.
“T-O-K-I-O—H-O-T-E-L”
Con un pequeño clic en “enter” habían salido muchos resultados. Había una respuesta en general que había llamado mucho mi atención. Y mas sabiendo que esta a mi idioma.
“Tokio Hotel Blog”
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Di un pequeño Clic hacia él y me puse nerviosa. El corazón se me acelero de nuevo como siempre al igual que mi respiración. No sabría cuanto iba aguantar más con los mismos síntomas de siempre.
Me tranquilizo ver una imagen de ellos al iniciar la página. Tomé un respiro y bajaba lentamente la página para saber la información sobre mí.
Me detuve precipitadamente al ver una foto mía con Bill abrazándolo. ¿En que momento ocurrió eso? Pero eso no era lo único, había muchas fotos y sobre todo, información de la cual habían tomado de algunos países alemanes.
“¿Bill comprometido con una fan?
Al parecer el cantante del grupo alemán, Bill Kaulitz se dice que ahora ya se encuentra comprometido. En estas últimas imágenes se le ve como parece estar abrazado a esta jovencita. Estas fotografías fueron tomadas en los cabos, parte del Norte de México.
Al cabo de unas horas se muestra en la fotografía como Tom acompaña a la misma chica aun lado de la playa, manteniendo una conversación como parece ser amigos.
Según fuentes, se dice que el nombre de la chica es “Neily” con 20 años de edad y que es la misma chica con la que se le había visto a Bill hace unos pocos meses, acompañándolo a uno de los conciertos en Francia como invitados especiales. También le fue vista saliendo un par de veces fuera de su estudio, que inclusive se decía que ella dormía con ellos en algunas ocasiones”
Me estremecí al ver todas las fotos que habían colocado. Eran demasiadas y por supuesto, era más las fotos de Bill, Tom, Gustav y Georg. Ellos salían perfectos en cualquier foto, mientras que yo, parecía ser la mancha de tinta en una foto.
-Te hace daño ver eso –Me susurro al oído. Era mi salvación volver a escuchar su dulce voz a mi lado. Me daba toda la seguridad que yo requería, suficiente para permanecer viva durante toda mi larga vida- No hagas caso a lo que digan, basta con creernos el uno al otro, por eso es que es importante que entre nosotros haya confianza.
Se encorvo hasta que su rostro llego a rozar mi mejilla, me sonrojé un poco al ver la forma en la que se encontraba. Me reí y cerré rápido la laptop, girando automáticamente mi cuerpo hacia él.
-Estas en lo correcto – Le respondí con una sonrisa traviesa.
Me reí más de lo debido y se acerco a mí para besar mis labios con los suyos. Fue rápido, pues me había retirado poniendo una mano entre nosotros. Gire la cabeza a mis lados para cerciorarme de que nadie nos había visto.
-Bill –solté un risita y luego le susurre- No debemos hacer eso.
Su respuesta fue sincera al hacer un pequeño puchero. Se levanto volviendo a pararse y arreglarse su cabello, quien este tenía el cabello agarrado con una coleta hacia abajo, encima de su cabeza estaban sus lentes obscuros.
-De acuerdo – Se resignó- Pero quiero que termines con él en cuanto antes-
-No me refiero a eso – Mi sonrisa se borro de inmediato al recordar que en cualquier parte podría ser vista- Me refiero a que de seguro en estos momentos nos están viendo-.
-Estoy acostumbrado –Respondió frío y serio. Acto seguido se puso sus lentes como si estuviese recordando algo- Te veré mas tarde.
Y se fue dejándome de nuevo sola. Tomé mi laptop y me dirigí hacia mi habitación, donde esperaba Mike en la puerta. Al verme se sorprendió y me saludo con un beso en mis labios, el cual rechacé automáticamente. Me miro extraño y sorprendido. No sabía si esas dos palabras se podían mezclar, pero me era más difícil imaginar más cuando terminara con él.
-Lo siento – Me disculpe- Ya sabes, he estado extraña todo estos días.
No respondió, pero pude ver de reojo cuando intentaba hacer girar la llave para entrar a la habitación como aun seguía con su extraña mirada queriendo ver más allá de la puerta.
Cuando entramos deje la laptop en uno de las mesas de entradas.
Me detuve mirando mi laptop por varios segundos y suspire. Después, todo había pasado muy rápido, sentí un pequeño empujón detrás de mí, por toda la espalda.
Me arrastro hasta llegar a mi cama, volteándome bruscamente boca arriba.
Estaba asustada al ver la mirada de Mike, quien se encontraba arriba de mí.
-Ya no puedo soportarlo –Sus ojos estaban transparentes, y sus labios estaban apretados hablando entre dientes. Su furia parecía desquitarse con mis hombros, ya que este me estaba lastimando recargando todo su peso y enojo sobre ellos- Ya basta! No puedo soportarlo.
De un tiron quito mi blusa y comenzó a besarme de una manera asquerosa y con mucha fuerza. Mis manos parecían gomas de juguetes cuando intentaba quitármelo de encima. Mis piernas estaban atrapadas a las suyas. Tenía miedo de gritar y tener que creer que lo que me estaba haciendo fuera otra cosa. ¿Pero lo era?
Agite mis piernas y brazos luchando por volver hacer libre, pero no podía, su fuerza era mayor y me besaba por todo mi pecho, llegando hasta mi brasier.
Eso me molesto más, intentaba alejarlo de mí, apretando mis manos en forma de puño hacia su pecho, pero no parecía notarlo. Tuve la oportunidad perfecta en cuanto me dejo de besar en la boca –sucia y repugnante- es cuando pegue un grito ensordecedor y pude golpearlo en su entrepierna con una ligera patada.
Comenzó a retortijarse de dolor y sus manos se aferraron enseguida a su entrepierna. Mientras que yo corría hacia el baño desesperada con lágrimas derramando y gritando de solo dolor. Le cerré con seguro y me mantuve sentada en una esquina sin parar de llorar. El que solo me tocara mi cuerpo de una forma brusca me hacia sentir pésima y violada al mismo tiempo.
Me detuve y me vi por unos segundos como mi blusa se encontraba rota y mi brasier fuera de su lugar.
Me avergonzaba y tenía miedo de que atravesara esa puerta y volviera a ocurrir lo mismo.