Ya habían pasado algunas horas y nadie había comentado acerca de nuestra “discusión” trataban de verse el uno al otro con timidez y sin saber como empezar una conversación, Bill, quien ya se encontraba listo para esa noche, se cercioró que mi puerta aun seguía cerrada, bajo las escaleras enseguida y pudo evadir a todos los que se encontraban en la sala pudiendo salir del estudio con gran éxito.
Tomo las llaves de su carro y quitando la alarma pudo darse cuenta de que me encontraba parada en su carro con los brazos cruzados y con una gran sonrisa pude disfrutar decirle “creíste que te habrías librado de mi, no te preocupes, se que pasaremos una noche increíble”
Sabia como Bill se quejaba y maldecía una y otra vez pero no me importo, me subí en cuanto pude al lado de él poniéndome el cinturón de seguridad y le dije “tranquilo Bill, pasaremos una noche increíble, ya lo veras”
Bill no decía, pero sabia que se enojaba cada vez que le decía algo parecido, y tenia la curiosidad de quien seria su novia, ¿Quién seria la “afortunada”? no sabia si eran lo celos los que me hacían llegar a este limite, pero haría cualquier forma para que terminara sea quien sea la chica.
Al momento de llegar al lugar pude darme cuenta del estilo de casa que tenia la chica, era hermosa por fuera, dos pisos, daba un toque hogareño, con chimenea, piso de madera por fuera y un pequeño balcón en la parte de arriba.
Bill la llamo para que se diera prisa, en cuanto abrieron la puerta principal, abrí mas mis ojos de lo que ya estaban para prepararme quien era esa chica.
Fue entonces cuando la vi, que mis ojos no pudieron abrirse mas, era nada mas y nada menos que esa chica y a la que odie desde un principio, Reachell, lamentablemente había pensado en voz alta como para que Bill escuchara “esa maldita”.
Bill: así es, esa maldita es mi novia, por esa razón no quería que vinieras, así que espero que nos divertamos juntos.
Dijo acercándose a mi oído y burlándose de mí, a lo que yo sonriente le dije “si, claro”
En cuanto me vio Reachell se sorprendió, tuvo que subir por la parte de atrás y algo molesta dijo “que demonios es esto Bill, cuando hablamos, no creí que el problema fuera tan…grave”
Neily: de hecho no lo es querida –dije volteándome hacia ella con una gran sonrisa- yo le había advertido a tu pequeño novio que todo lo que hagan esta noche podría estar publicado.
Bill: eso a menos que yo quisiera editarlo (dijo interrumpiendo y a la vez algo molesto)
Reachell: que se traman ustedes dos –dijo confundida- acaso esto es una broma, sabes que no tolero esto, desde cuando acá Neily es tan chismosa.
Neily: no se trata de eso, veras, es un pequeño trabajo durante 7 días, descuida, dentro de 6 días me habré marchado y no interrumpiré más, pero mientras tanto, me pertenece la banda.
Bill: yo te lo dije Reachell, ella ahora se dedica a molestar todo tipo de artistas, gente que no sirven para otra cosa.
Me molesto que dijera eso, pero de nuevo lo ignore, pues lo que tramaba era hacerles maldades, haciéndolos pasar por la peor cita de su vida.
Pudimos llegar a un restaurante elegante y con acceso VIP, pude entrar primero que Reachell dejándola atrás, una vez que se sentó Bill, me senté junto a la lado al mismo tiempo que sacaba una libreta y un lápiz para anotar todo lo que pasara.
Reachell no le tomo de otra mas que sentarse junto al lado de mi, quedando yo en medio de ellos.
Pero aunque me pusiera en medio podían verse frente a frente, comenzaban a mirarse tiernamente, algo que me causo ciertos celos, así que me coloque en medio de ellos poniendo mi rostro sobre los dos, algo que les incomodo a ambos.
Neily: Hay Bill, recuerdo cuando una vez me trajiste a un restaurante –dije en medio de un suspiro mirando mas allá de las paredes – fue muy hermoso.
Bill: yo jamás te he llevado a un restaurante.
Neily: oh, es cierto, nosotros no necesitábamos una cena para tener relaciones sexuales.
Al momento de decir eso Reachell comenzó a ahogarse cuando trato de tomar un poco de agua, dando pequeños ligeros en su pecho con el fin de que se le quitara esa toz.
Neily: estas bien?
Lo había dicho inocentemente y con cierta felicidad dentro de mí, Bill se paro inmediatamente hacia ella dando algunos golpes sobre su espalda y abrazándola, eso me causo mas enojo sonriéndoles con una gran sonrisa al momento de que Bill me vio, como si yo fuera la culpable de que esto estuviera pasando.
No había tardado en llegar uno de los meseros a pedir la orden, el cual fui la primera en pedir la comida, intentaba provocar a los dos tardándome en decidir que pedir, pasaron varios minutos hasta que Bill no aguanto y dio un pequeño grito con mucha desesperación “ya decídete de una vez” en mi mente ya sabia lo que pediría, pero después de haber logrado mi objetivo lo pedí sin ningún problema.
Una vez que los otros dos habían pedido su comida, otro de los meseros se acerco a dejarnos un florero, era un jarrito adornado con flores dibujadas color azul y con una enorme rosa roja, haciéndome recordar aquellas rosas que tanto Bill me mandaba.
Reachell: Tengo que ir al baño, vuelvo enseguida.
Al momento de que se fue me recargue sobre la silla y con una voz seria dije.
Neily: recuerdas esas rosas que me ponías cada mañana antes de que saliera el sol?
Bill no respondió nada, al igual que yo solo se dedico a mirar aquella rosa que se encontraba justo en medio de la mesa.
De pronto me recargue mis brazos apoyando mi cabeza sobre la mesa, me estaba dando cuenta de lo tonto que era esto, por lo que me levante de la mesa y mirándolos a los ojos le dije “disfruta de tu cena, me voy”
Cuando me salí del restaurante mi celular vibraba, pero el viento en mi cara hacia hacer mas difícil encontrar mi celular que se encontraba dentro de mi bolsa, pero una vez ayándolo lo tome y conteste, mi voz parecía sonar con cierta desesperación.
Neily: hola?
Mike: donde estas, estoy aquí en el estudio esperándote y no sales.
Había olvidado avisarle a Mike sobre nuestra cita pero no había tenido el tiempo necesario para decírselo.
Neily: hubo un pequeño imprevisto, pero seria tanta la molestia di te diría que vinieras por mi.
Mike: por supuesto, solo dime donde estas y llegare en cuanto pueda.
ESTUDIO
Aliz: hay algo que no entiendo muy bien, uno de ustedes dijo “volvemos de nuevo” justo cuando Bill y Neily peleaban, acaso, ya habían pasado por eso.
Tom: ja…ja, que si no, era día y noche de discusiones, hicieras lo que hicieras no podías hacer que se detuvieran, al principio no se soportaban, ni quiera mirarse podían.
Georg: pero poco a poco –dijo interrumpiendo a Tom- nos dimos cuenta que mientras mas peleaban, mas se acercaban, hasta que llego un día en que los vimos una noche juntos.
Gustav: y no parecían estar discutiendo, podías escuchar ruidos raros, pero podría asegurarte de que no estaban enojados.
Aliz: pero creen, que de nuevo puedan estar juntos otra vez? Que me dices tu Tom, ya que eres su hermano, crees que tu hermano sigue sintiendo algo por Neily.
Tom: pues no hemos tenido tiempo para platicar sobre su vida amorosa, siguiente pregunta.
Lizzi: que tan cómoda es tu cama?
Tom: eso es algo que en realidad no se, pero, que tal si lo comprobamos en este momento.
Aliz se quedo sorprendida por la pregunta tan directa hacia Tom y la respuesta tan sincera de Tom, así que sin perder tiempo, Lizzi tomo de la mano a Tom y subieron juntos a la habitación.
Los demás sorprendidos miraban como ellos se subían con unas risas imparables por saber lo que ocurriría en ese momento.
Aliz: bien chicos, nos volvimos a quedar solos.
Gustav: y a ti, no te gustaría comprobar que tan cómoda es mi …..”cama”
Aliz se sorprendió mucho por la pregunta de Gustav, pero Aliz con una gran sonrisa, mas que falsa y con algo de desesperación trato de buscar su libreta y su lápiz sin quitarle la mirada a Gustav, quien tenia la mirada seria y algo atractiva solo para ella.
Aliz al encontrar sus cosas, se levanto lentamente del sillón y comenzó a irse lentamente, pero cuando llego a las escaleras, pego carrera y se dirigió a su habitación y con un grito a Gustav “lo siento, tengo cosas mas importantes que hacer”
Al momento de que Georg y Gustav se acercaron a las escaleras para asegurarse de que estuviera ya en su cuarto, ambos se miraban como poco a poco crecía una sonrisa en su rostro, golpeando sus palmas de la mano dando a entender que habían logrado su objetivo.
Georg le agradeció a Gustav y se dirigió a su carro para dirigirse a una tarea importante.
