Mientras más me cubría entre la suave negra oscuridad de mi vida y el frio rose de la brisa que brotaba a toda prisa para anunciar que una proxima tormenta se avecinaba. Las nubes eran capaces de demostrarlo, al igual que los frios relampagos que gritaban con fuerza buscar una salidad a todo lo que uno justifica "el mal"
Estaba parada mientras todos miraban atonitos a la unica culpable por la muerte de un ser querido a la cual le habia ocultado muchas cosas. Si pudiera decear que aquellas miradas tuvieran un auto poder para destruirme, probablemente yo estaría muerta.
Aunque me costaba trabajo estar de pie ignorando los murmullos que se hallabn justo detras de mí, o las miradas más odiosas que una persona pudo imaginarse o que le hubieran gritado en frente de tantas personas diciendome que yo era la unica culpable. Su madre habia gritado frente a todos los que yo pude haber sido.
Apreté con fuerzas el ramo con las flores negras con todo el odio que pude resistir antes de soltar varias lagrimas y volver mi mirada al frente sin mucha fuerza.
El lugar en donde estabamos por despedir el cuerpo de Mike se encontraba repleto.
Más de una vez desee que el suelo me tragara viva y que mis recuerdos se los llevara el viento como una hoja de papel en blanco tirada en la calle.
-Se que saldras de esto -susurro Lizzi volteandose discretamente hasta mi oido. Miró a la gente de atras por encima de su hombro con unos ojos llenos de ira- tu no hagas caso a los comentarios.
-No lo haré -le prometí como si eso fuera posible. Trataba de que esas mismas palabras yo me las pudiera creer.
"Estamos aquí queridos hermanos, para despedir a uno de nuestros grandes hermanos, quien en manos de Dios, está ahora en paz"
Las lagrimas volvieron a brotar sin que yo misma pudiera detenerlas. El coraje de hacer que pararan me hizo de nuevo volverme a hundirme en el agujero negro donde parecia estar guardado y ahora habia encontrado de nuevo el inicio de ese agujero y alumbraba con mucho mas fuerza que antes. Pero esta vez todo era distinto, no habria nadie quien lo tapara, ni siquiera un poquito.
Cuando habia terminado la gran despedida de Mike. Toda la gente comenzo a salir abundantemente mientras yo me quedaba quieta, como si esa fuera la unica alternativa a todos mis problemas. Supuse que mi rostro estaba hecho un desastre y que mi vestido holgado no me favorecia en lo absoluto. Pero en un dia como este a quien le importa.
Mis padres, quienes constantemente me apoyaron, se quedaron junto conmigo. Ya habian enterrado a Mike hasta el fondo y la gente ya lo habia abandonado rapidamente. Me quede de pie, mirando y deceando que me hubieran enterrado junto con él.
¿Que seguía ahora? ¿Que me tocaba hacer de la vida ahora que mis razones por las cuales yo vivia habian desaparecido?
Me odiaba a mi misma y queria buscar la manera de hacer parar todo esto. Quería graitar que ya no aguantaba mas, que me llevaran de esta vida, que no estaba hecha de acero y que cualquier cosa me derrumbaria en cualquier momento.
Yo ahora era un peligro para mi familia y para mis amigos. Ani jamas se daría por vencida hasta encontrarse de nuevo conmigo.
Esa noche tuve la suerte de que nadie se encontrara en la casa por estar ocupados en mi busqueda, pero esta vez quería que las cosas fueran diferente.
Buscar una manera donde me encontrara sin que hubiera alguien que corriera peligro y dejarme llevar por aquella chica que tanto me deceaba muerta.
No me dejé morir esa noche por Reachell, quien con justa razon no quiso dar ningunda declaracion a lo que hizo esa noche. Era como si de repente le hubieran borrado la memoria y que se rehusara a decir palabra alguna. No podia obligarla a que hablara, porque no tenia el deseo ni las ganas.
-Debemos irnos a casa -dijo mi padre tocandome el hombro- esta oscureciendo y nos vamos a congelar aquí.
-Esto no te ayudara en nada -replico mi madre absolutamente tranquila como aquella voz que alguna vez me agrado- vamonos.
-Vamonos Neily -me suplicó Lizzi con ojos llorantes. Ella estaba algo distraida por ser un testigo más a la muerte de Mike y tal vez por eso cedí facilmente.
Mi casa la veia de distinta manera. Aunque todo estaba mas limpio de lo que mi padre limpiaba antes por las manchas de sangre que habia derramado Reachell. Me dejé caer en uno de los sillones y cerré los ojos por unos momentos. no deceaba dar explicaciones ni hablar sobre nada, pues sentía que la cabeza en cualquier momento me explotaría.
Pero entonces algo hizo que mis ojos se abriera lentamente y que mi cuerpo reaccionara al compas de la musica. Supuse que era mi padre quien tocaba el piano así que caminé hacia el cuarto donde estaba aquella musica.
Ahi estaba mi padre, sentado tocando el piano como tanto me gustaba verlo cuando era pequeña.
Me acerqué lentamente a él temerosa a cualquier reaccion erronea, pero tuve el valor de seguir adelante.
Me sente y le dediqué una debil sonrisa. Una vez que mis manos tocaron aquellas teclas, indudablemente nadie podía hacerlas parar y tal vez esa era la razon por la cual mi padre había tocado.
Sabía exactamente que eso me haría olvidar por lo menos un momento todos mis problemas.
-Se lo que eres y lo que vales -dijo mi padre sin dejar de tocar con los ojos cerrados- eres una chica fuerte y lo sabes. La vida nos pone pruebas por que sabe exactamente hasta que cierto punto podemos llegar.
Dejé de tocar en seco y mis manos cubrieron todo mi rostro por verguenza a que me viera llorar.
-Detras de todo esto Neily -continuo mi padre, quien había dejado de tocar lo cual hizo que mi llanto se escuchara por toda la habitación- hay gente que te quiere mucho y te apoyara hasta el fin.
-Tu padre y yo jamas dejaremos que nada malo te pase -intervino mi madre con una gran sonrisa mientras aparecia frente a mis ojos y su mano se enrollaba por la espalda de mi padre- estaremos dispuestos a lo que sea.
Miré mis manos y me imagine cuando tenia 16 años. Cuanto deceaba que este momento alguna vez pasara. Mis padres juntos apoyandose el uno al otro pero mas que nada "juntos"
-Neily -susurró mi madre quien no se separaba de mi padre- todo esto que ha pasado aveces tambien deja cosas buenas.
-Como cuales -respondí enfurecida el que ella pensara de esa manera.
-El que tu madre y yo estemos juntos -dijo ahora mi papá quien le tomaba la mano regalandole otra sonrisa- ahora.
-Supongo -admiti enarcando las cejas sin estar de acuerdo. Hubiera cambiado muchas cosas si tuviera la oportunidad de regresar por el tiempo- pero si no les importa deceo ir a mi cuerto, me siento cansada.
La necesidad y la posibilidad de aceptar todas las tragedias me costaba trabajo. Fingir que todo me parecia de maravilla me aprecia de lo más hipocrita. Decidí por ocultarme dentro de mi habitacion para que nadie viera lo triste que todo esto me seguía pareciendo.
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Las horas no pasaban exactamente como yo lo deseaba. Me estrujaba bajo las sabanas deseando saber cuando todo terminaria.
Tomé varias pastillas excesivamente con la intencion de dormir todo el día y ahorrarme las pesadillas que aun me guardaban, necesitaba de algo que terminara conmigo y las pastillas eran lo suficientemente tentadoras. Las miraba con mucho cuidado mientras imaginaba lo que pasaría si las tomaba todas. Seguro sefriria de algo, pero ¿Que pasaria con mis padres ahora que de nuevo estaban juntos? Las retiré y la avente cayendo debajo de mi cama. No me atreveria a que ellos volvieran a sufrir por otra tragedia, ya les habia causado muchos problemas y yo ahora seguro era un estorbo.
Me limité solo a mirar en el techo esperando a que la dos ultimas pastillas hicieran efecto. Me aferré de nuevo a la idea de hacer que todo volviera a la normalidad, pero cuando menos lo esperé me encontraba en medio de otro sueño.
Yo jamas creí que volveria a tener este sueño, pero ahora ha sido completamente diferente. Todo me parecia tan real como si el aire recorriera mi torso y el que el agua que acariciaba suavemente mis pies por encima de la arena.
Estaba parada en medio de la nada. Solo podia escucharse el dulce sonido de las olas chocar entre ellas y las gaviotas gritar con toda fuerza en busca de un alimento.
Mi vestidura era blanca que apenas podia transparentarse algunas partes de mi cuerpo. Mire a ambos lados en busca de alguien, pero todo me indicaba que era la unica persona.
-Descuida -me dijo una voz. Cuando voltee era Lizzi con un pequeño vestido blanco de la misma hechura que el mio- yo tambien tengo miedo.
Traté de decifrar como supo que tenia miedo y me limite solo a saludarla con un gesto con la mano muy lentamente.
-No entiendo nada -dije tristemente bajando la mirada- quisiera poder entender tantas cosas, pero simplemente no puedo.
-No es necesario saberlas -respondio con voz alegre- si de eso se trata, que chiste tendria la vida.
No crei que en este sueño se formaran lagrimas, pero parecía que nada era imposible. Me giré de nuevo con la intencion de que ella no viera lo debil que era. Pero ahi estaba Bill con otro traje blanco.
-¿Por que? -supliqué saber aun sabiendo que mi voz estaba quebrada- por que me dejaste.
Quise leer en sus ojos como siempre hacía para que pudiera darme la razon, pero este no dijo nada. Me sonrio y me extendio su mano la cual no pude contenerme y la tomé hasta que la estreche contra él.
-Recuerdalo -susurro cuando llego hasta a mi- Te amo, no lo olvides.
-Entonces por que me dejaste sola. Sin ti la vida no tiene sentido para mi.
-Te amo, no lo olvides -repitio mientras sus labios recorrian todo mi rostro- Recuerdalo siempre.
-No te vayas -le suplique de nuevo mientras me aferraba más a él y lo tomaba en mis brazos- te quiero.
Sus ojos hicieron que me detuviera en seco y sus manos suavemente pasaron hasta mi rostro. Jamas habia imaginado que su rostro fuera tan perfecto y que sus labios que ahora me eran tan irrestibles habian sido siempre tan fino y rojizos. Su cabello estaba suelto y el aire lo movia de un lado al otro al igual que el mio.
Me quede quieta y lo abracé fuertemente mientras me dejaba llevar por el sueño. Por una vez en la vida no me iba a importar si él y yo quedaramos en una isla desierta. Yo sería completamente feliz.
"Neily" gritó una voz desesperante a mis espaldas. Cerre los ojos con mas fuerza y no dejé que nada me separara de Bill.
"Neily" volvio a gritar la misma voz quien ahora parecia sacudir todo mi cuerpo. "No" le grité y me aferré con mucha fuerza al cuerpo de Bill.
"Por Dios Neily, levantate ya"
Mis ojos se abrieron con rapidez dandome cuenta que el cuerpo donde creía que abrazaba a Bill era solo un bulto de sabanas blancas.
Me di un respiro sin hacer olvidar mi sueño. Quite el cabello de mi frente e inspire hondo antes de ver en la puerta de mi cuartoa mi madre y a Aliz paradas con un gesto divertido. Lamentablemente yo no le encontraba el lado divertido.
-Con quien soñabas -se burló Aliz mientras caminaba hasta mi cama- parecias feliz.
-Lo estaba -respondi con cierta ironia- eso hasta que llegaron ustedes.
-Neily -me llamo la atencion mi madre quien no paraba de sonreir- Aliz ha llegado a venir a verte, las dejare solas un momento.
-Gracias -agradeció Aliz con otra gran sonrisa y se sento junto conmigo.
Me sorprendí al ver la hora que marcaba mi celular. Había dormido 5 horas, esa había sido la razon por la cual ya no se encontraban los rayos del sol que tanto radiaban mi habitacion.
-¿Como estas? -preguntó Aliz mientras inspeccionaba con sus ojos mi habitación.
-Que te puedo decir -frunci mis ojos y me levante de mi cama- nada que una pregunta como tal me levante el animo- dije con ironia.
-Olvida todo lo pasado con Mike. Escuchaba murmullos que tu tuviste la mayor de la culpa, que había muerto por amor, pero esas son puras estupideses. No dejes que eso te lleve a esto.
-Lo dices como si fuera sensillo -respondí enarcando mis cejas mientras mis manos se recargaban en mi tocador fuertemente.
-Como quieras tomarlo -resongó- solo es cuestion de seguir adelante -solto una carcajada manteniendo su mano sobre sus labios.
De alguna forma sentía que su visita no eran muy bienvenida. Su forma de hablarme y la forma en como lo veia divertido hizo que un fuerte coraje atravesara por toda mi mente.
-Tu mejor que nadie debe saber lo que estoy pasando -respondí con impaciencia- en este momento no se supera de la noche a la mañana.
-Si lo se pero ....
-Y tu mejor que nadie -la interrumpi antes de que su sonrisa me ganara de nuevo- debe saber que no eres buena dando consejos.
-Y tu que sabes -respondio seria ahora sin ninguna señal de algo divertido.
-Tu crees que me fue sensillo saber que estuviste con Bill a mis espaldas.
-Como te enteraste -sus ojos se encontraban de par en par e inmediatamente se levanto de la cama.
-Eso ya no importa ahora -me giré para enfrentarla y hacerla entender que no estaba jugando- Te pasaré una nada más por que te quiero y eres mi amiga, pero ya no más -le adverti señalandole con mi dedo indice.
-¡Vaya! -exclamó cruzandose de brazos- si volvio la antigua Neily, y yo que pense que ya no regresaria.
Eso me hizo recordar como cada vez me enojaba con los chicos. Tenia una actitud de lo mas cruel y ahora estaban de vuelta todos aquellos sentimientos. Todo lo malo en mi parecia renacer tan rapido y no podia evitarlo.
Me estremeci.
Ahora mas que nada deceaba tomar mi cadenita que Bill me habia regalado con mi nombre en una estrella. queria estrujarla
en mi mano como siempre lo hacía cada vez que me encontraba en problemas pero no había nada debajo de mi cuello.
Aquella noche, Ani no solamente se habia llevado mi cadenita que Bill me regaló, si no tambien una foto donde me encuentro con los chicos y la primera rosa que Bill me dio. Esas pertenencias las guardaba en una caja que se encontraba debajo de mi cama.
No lo notaría si la caja no hubiera estado abierta.
-Olvidalo -se resigno y tomó sus cosas- solo había venido para decirte que aun sigue en pie la invitacion del trabajo en los angeles- examino sus dedos como si algo se le hubiera perdido- habia imaginado que un viaje como este te ayudaria a superar todas las cosas.
-Adios -la despedí mientras le habria la puerta de mi habitacion- y gracias por avisarme, lo tendre en cuenta.
Solamente me dedico una sonrisa y desaparecio por el pasillo. Por supuesto que lo tomaria mucho en cuenta.
Era un buen plan para irme lejos y no volver a enfrentar las cosas como aquí.
Si Ani me hallaba, lo mas seguro es que me hallaria sola y no pondria el peligro de nadie.
Pero hubiera deceado algo que me ayudara a superar todo esto. Algo por que luchar en la vida.
Tome el celular y marque el numero que hasta hoy seria mi unica salvacion a todos mis problemas.
Respiré hondo antes de aceptar la invitacion, tendría un lugar y haría lo que fuese en mis manos para que esta fuera una etapa nueva en mi vida, como un volver desde cero, pero esta vez sin ningun error.