DISFRUTENLO XIKAS!! SE LO MERECEN :D
Lo mire asustada peor me tranquilazo su mirada, aquella mirada seria y tranquila. Tome la primera bata que se encontraba hasta sujetarla bien. Voltee hacia él quien se encontraba en la ducha con un dedo entre mis labios para que no dijera ni una sola palabra. Mis pies aun seguían mojados y el piso frío, pero el agua caliente hizo que pudiera sostenerme durante algunos minutos solo para abrir la puerta.
Camino a la puerta comencé a tomar mi cabello alborotándolo un poco para no derramar tanta agua hacia el piso. Al momento de abrir la puerta, mi corazón quedo paralizado durante varios segundos. Era Mike quien parecía estar feliz al verme y más por la manera en la que me encontraba.
Venia vestido casual, como si esto ya lo hubiera planeado durante algunas horas.
Estaba tan emocionado que no podía decir una sola palabra, sus ojos me exclamaban una felicidad de cierto afecto.
Me era difícil comprender como había hecho para llegar hasta acá. Pero una vez que me puse a pensar sabiendo que era un rico, dueño de una pequeña parte de la empresa no me había hecho dudar que pudiera hacer lo que se le antojara.
Intentaba pensar también al mismo tiempo saber que decirle pero lo único que se me podía ocurrir era decirle que por ningún motivo entrara a la habitación.
-Mike….que…haces….aquí? –Dije algo vacilante y resaltando fuerte cada una de las silabas- Creí que te quedarías-.
Pude darme cuenta como intentaba mirar alrededor de la habitación para cerciorarse de que no hubiera nadie más conmigo.
-Bueno la verdad es que me sentí algo mal por la forma en que te había tratado el otro día –Dijo Mike aun con la mirada en la habitación- Además quisiera pasar mas tiempo contigo-.
Estaba algo apenada por la forma en la que me encontraba. Estaba en bata de baño y con el pelo mojado y al parecer a él parecía agradarle más.
-Si quieres –Dijo Mike aun dudando, pero después de varios segundos recapacito y soltó la palabra- Puedo acompañarte si quieres-.
En cuanto dio un paso a la puerta puse la mano en la orilla de la puerta impidiéndole el paso. Intente hacer una pequeña risa no muy convincente pero hice mi mayor esfuerzo.
-Lo siento Mike –Dije aun con mi sonrisa con mucha fuerza- Pero en estos momentos no me gustaría más que estar a solas solo un momento-.
Le señale con la mirada la forma en la que vestía con la intención de que pudiera entender la razón por la que no pasaba. Para así ocultar –al mismo tiempo- que se encontraba alguien más en el baño-.
Al principio vaciló un poco. Pero después de darse por vencido con mi mano quien sostenía fuertemente la orilla de la puerta se resigno dejando caer la mirada algo confundido y susurro en pocas palabras “te espero luego”. Me sentí un poco mal al principio por que una parte de mi moría por irse con él pero la otra me decía que me quedara.
Lo seguí con la mirada hasta que pude asegurarme de que se encontraba fuera de nuestro alcance. Al cabo de unos minutos regrese corriendo hacia el baño que esperaba con tantas ansias.
Puse mi mano con fuerza en la parte donde se aferraba un pequeño trozo de toalla que amarraba todo mi torso, desamarrándolo con una ligera y suave jalon para quitarme toda la bata y dejando ver todo mi cuerpo desnudo otra vez.
Cuando regrese al baño él se encontraba fuera de ella con una toalla en mano secándose todas las partes de su cuerpo. Por la forma en la que se encontraba su expresión, me indico que algo estaba mal.
-¿Qué pasa? –Pregunte desilusionada al ver como se retiraba cada vez mas de esa agua todo su cuerpo desnudo- ¿Hay algo malo?
-Se que era Mike –Su voz había sonado muy fría y seria a la vez- Y también se que no le dijiste nada de lo nuestro-.
-Esto no es fácil para mí –Traté de que mi voz no sonara algo desesperada, pero al final siempre me resultaba mas difícil- Él estaba ahí cuando mas lo necesité. Se que debí decirle la verdad pero aun estoy confundida. Hay muchas cosas que me gustan de ti. Por ejemplo, cuando me encuentro contigo es un mundo donde no hay límites, mágico y me encantan las sorpresas que me da la vida solo por estar a tu lado. En cambio con Mike es diferente. Es como entrar a la realidad, sentir un alivio al saber que no has sido vista por ningún fotógrafo. O que no se te queden viendo todos cuando vas tomada de la mano. Simplemente es el mundo real a lo cual también significa algo mágico.
Al escuchar mis palabras se estremeció dejando caer la toalla por completo y al cabo de unos minutos me miro aun con seriedad.
-¿Significa que solo me utilizaste esta noche?-.
-Claro que no –Sus palabras me habían sonado bastante ridículas, pero aun así me sorprendió la forma en como me lo había dicho “utilizado”- No puedo creer que digas eso. Jamás te utilizaría y menos haciendo ese tipo de cosas-.
-Neily –dijo confuso- Creí que ya habías pasado por ese momento con Tom y yo. ¿Ahora me dirás que es Mike quien remplazo a Tom?
Me di cuenta a lo que se refería cuando nombro a Tom en esto. No tenía nada que ver. Pero por otro lado se refería al tiempo en el que estaba enamorada de Tom. Confusa ante el amor.
-No se que tiene que ver Tom en esto –Dije mientras cruzaba mis brazos debajo de mi busto. Podía sentir como una furia recorría despacio mi cuerpo –Además….sabes que te elegiría a ti-.
Hubo un gran silencio dentro del baño. Intentaba concentrarme en muchas cosas a la vez. Pero había algo más inquietante en aquel baño que llamaba más mi atención. Intentaba contener mi risa pues me parecía tonto que estuviéramos peleando en un baño los dos semidesnudos. Y había algo por supuesto que llamaba mi atención por completo. Era su miembro que colgaba desde su entrepierna.
Lamentablemente no pude contener mi risa, soltando una pequeña carcajada que hizo un eco en el baño haciendo menos incomodo el momento.
-¿Qué? –Su mirada aun era fría y seria-.
-Es solo que –Trataba de no mirarlo y mirar a la toalla blanca en la que se encontraba en una de las manos de Bill, ya que una vez que la había tirado lo recogió con el mismo cuidado con que la tiro. Como si quisiera mirar mas allá de está- Bueno…me parece ridículo estar discutiendo cuando nos encontramos desnudos-.
Hubo otro gran silencio dentro del baño. Por lo que levante mi mirada para quitarme de mil dudas. Su mirada había cambiado por completo. Esa mirada tan penetrante me hizo hacer que mi corazón latiera con mayor fuerza. Bastaron solo unos minutos para tomarme de mi cintura aferrandome a su cuerpo para poder –de nuevo- tener sus labios sobre los míos.
A pesar de todas las incomodidades que tenia por el que Mike se encontrara aquí me hacían las cosas mas imposibles. La primera pregunta era saber ¿Cómo decirle a Mike que terminaría con él? ¿Pensaría que solo lo utilicé para quedarme con el trabajo?
Aun así tenia varios pretextos por los cuales no podía culparme de la última pregunta. Yo misma sabia que le había dado entendido que no quería depender de nadie para obtener el trabajo. Esa fue una de las razones por las cuales no acepte quedarme con Mike el día que me lo pidió.
Bill ya se había marchado con el cuidado de que nadie lo viera salir y menos de mi propia habitación. Los demás ni siquiera sabían que se había escapado a mi habitación y que habíamos dormido juntos, lo cual eso lo hacia algo mas inquietante.
Me cambie lo mas rápido que pude poniéndome otro traje de baño que se podría decir que era mi favorito. Era un short amarillo y una pequeña blusa de tirantes que abarcaba todo mi abdomen. Aparte de que no me gustaba mostrar todo mi cuerpo no quería que nadie se diera cuenta de mi embarazo. Tal vez era mi locura o era la realidad, pero mi abdomen comenzaba a crecer poco a poco.
Salí de inmediato como pude y comencé a buscarlo como toda una loca. Cuando por fin lo localice, estaba sentado en medio de un restaurante con la mirada en aquel vaso. Me acerque lentamente hacia él.
Cuando me vio entrar su sonrisa se esparció por todo su rostro. Fue como un niño que por primera vez tiene su primer juguete, infantil, pero era lindo.
Me acerque a él hasta sentarme frente a frente y tomándolo de la mano. No estaba muy segura de si estar haciendo lo correcto con terminar con él. Mi conciencia me decía que no lo abandonara, que siguiera con él a toda costa. Pero por otro lado estaba mi corazón que palpitaba a todo lo que daba y al mismo tiempo podía escuchar como repetidas veces susurraba “has lo correcto” y lo sabía muy bien.
Al querer hacer un sonrisa temí por que no fuera real, pero al parecer el no lo noto. Tomando mí mano más fuerte me miró a los ojos y se acerco lentamente para besar mis labios. Hice un esfuerzo por hacer que me detuviera pero no podía hacerlo, seguía sus labios al compás de los suyos.
Él mismo se detuvo después de ese gran beso y luego su rostro se volvió serio.
-Neily –Cuando dijo mi nombre vi como sus ojos comenzaron a brillar y no sabia exactamente si se tratase del sol o de algo extraño. El cual me hizo pensar que tal vez pudiera ser los destellos del sol resaltando sus ojos color gris pálido- Feliz primer mes de noviazgo-.
Me paralicé por completo al escuchar esas palabras. En esos momentos no sabia si estaba respirando o no pero si podía sentir como mi corazón palpitaba cada vez menos.
Mientras por otro lado se encontraba en otra parte de la playa Lizzi y Aliz quienes no dejaban de mirar la playa con esos chicos dentro de la arena. Sentadas en una palmera era en lo que se encontraban y en la única sombra que podían cubrirse del sol. Lizzi solo podía recordar las escena de su última noche en el bar. Algo perturbador pero aun así, ella trataba de que eso no dejara de disfrutar a los chicos y a la playa.
-¿Podrías? –Pregunto Aliz señalando con la mirada aquellos lentes obscuros que se encontraban a su lado, pues en sus pensamientos, Lizzi no podía controlar sus manos la desesperación que yacía en ella- Me los vas a romper-.
-Lo siento –Dijo parpadeando dos veces y dejando atrás todos sus pensamientos-.
-Ya no pienses en eso, te hará daño –Aseguró-.
Ella suspiro cerrando sus ojos, después de abrirlos se le hizo extraño que Aliz tuviera los ojos como platos y apretando sus labios un poco para después dirigir su mirada que no fuera detrás de mis hombros.
-Podemos hablar –Dijo una voz que cualquiera podía reconocer con tan solo escuchar una silaba de él- No quiero que esto quede así entre los dos-.
-No quiero Tom –Su voz fue dura, pero aun así con la fuerza suficiente para enfrentarse a él-.
-Por favor- Suplico pero esta vez había su voz había endurecido-.
-No-.
Sin dejar de mirar hacia el frente, Lizzi intentaba no voltear para saber si ya se había ido o no, pues no había contestado a la última respuesta de ella. Sentía una gran curiosidad pero una parte de ella se aferraba a no voltear. Lamentablemente se volteo lentamente un poco detrás de su hombro pero ya no habia nada, salvo unos niños que estaban jugando en la arena. Ella respiro hondo volteando lentamente para mirar de nuevo a su amiga. Dio un pequeño suspiro rápido al darse cuenta de que Tom había tomado el lugar de Aliz.
-Vamos hablar –Frunció los ojos un poco- Te guste o no-.
-Bien pero que sea rápido –ya había fijado la mirada en otra dirección, algo que le dio mucho mas fuerza para ser demasiado dura con él-.
-Pienso que tú y yo tenemos que terminar esto que esta sucediendo entre nosotros dos. No quiero que pienses que es por otra persona….-.
-Pero así lo fue –Se levanto de su silla tratando de contener las lagrimas- Fue así como paso, por eso termino esta relación-.
-Por supuesto que no –Se estremeció- no quiero hacerte daño como lo he hecho muchas veces. Quiero que entiendas que me es difícil concentrarme solo en una mujer, no es mi estilo de vida y tú te mereces alguien mejor que yo. Quiero que seas feliz-.
Lizzi dio un profundo respiro y cerro los ojos. Había sido demasiado tarde pues ya había derramado algunas lágrimas imposibles de detener. Con sus manos hechas puños golpeo la mesa que parecían temblarle. Después abrió los ojos bruscamente pero esta vez dejaban ver que sus ojos eran más rojos que hace unos momentos.
-Mírame –hizo una pausa después de que los ojos de Tom se encontraron con los de ella- si esto te parece que soy mas feliz, entonces….te felicito. Lo has logrado-.
Dio media vuelta y se alejo fuera del lugar donde se encontraba Tom. Quien tenia la mirada al suelo y pensativo.