Así como la espuma del agua que desaparecer poco a poco, así como una lluvia con vientos fuertes desaparece al poco tiempo, así como cuando alguien ríe y causa mas que felicidad a los alrededores, así como los rayos del sol iluminan el mundo, así como un arcoíris desplegarse por el cielo azul, así como alguien llora de tristeza y suele preguntarse ¿Por qué? Son una de las cosas que mas inquietan al mundo.
Los sentimientos ensimismados unos contra otros llegaban violentamente en mi cuerpo como si este estrechara contra mi pecho una y otra vez. Ni siquiera una gota de esperanza sentía venir. Era como si quisiera contener entre mis manos un puñado de agua. Podría sentirla pero jamás contenerla. Por alguna razón todos mis problemas me causaron un efecto y al final estallaron terriblemente.
“Te amo Bill” susurré perdida en mis pensamientos. Mis lagrimas fácilmente se confundieron por el rose del agua fría que caía sobre todo mi cuerpo. La ducha que le prometí a mi mama de tantos días en los que me encerraba a mi cuarto ya comenzaba a fastidiarme. Pero ni esa ducha donde me encontraba sentada y que el agua me recorriera fría me hacía sentir mejor. Ahora más que nada deseaba desaparecer de la fas de la tierra y hundirme a lo más oscuro.
Tantas personas fueron sin vergüenza a preguntar si me encontraba bien. ¿Qué demonios les importa ahora si ya no había remedio conmigo? Me sentía un estorbo para mi familia. Aceptaría el trabajo pero solo por la familia que a penas duras uní.
Todos los días parecían ser lo mismo para mí. No tenían sentido y escuchaba como Lizzi murmuraba detrás de la puerta de mi baño a Gustav.
-No esta tan bien, se la pasa encerrada en el baño –dijo bajando más la voz pero ni eso me hizo escuchar sus murmullos- ella ya no es la misma.
Ya no escuche nada y me senté en la pequeña tasa como siempre. Los días me las pasaba negras y solo esperaba el momento para irme a los Ángeles. Podía sentir una brisa pequeña de esperanza en que tal vez pudiese olvidar algo.
También el vomito no se hizo de esperar, día tras día no comía y contenía mareos horribles. Trataba de dar vueltas en la cama buscando una posición cómoda pero ni eso bastaba.
-¡Regresan dentro de cuatro semanas! –exclamo con alegría y después se retiro fuera de mi alcance.
Cuatro semanas era muy poco y habían pasado ya tres semanas desde que él me dejó. Solamente faltaba una semana para irme a los Ángeles. Mi plan ya estaba hecho y no podía darle más vueltas al asunto, era lógico que Bill no quería saber nada de mí.
Estúpido Bill –refunfuñé enojada y miraba como mi puño en mano se iba haciendo cada vez más duro- por que me dejaste de la peor manera.
Estos cambios de humor también me tenían algo mareada. Hacía tiempo que no me pasaba algo parecido desde que me encontraba embarazada. Desde hace algunos meses, eso podía recordarlo muy bien. Que lastima que no haya podido conocer a ……
-Uno, dos, tres semanas –pegue un salto fuerte y me lance directamente al baño hacia el espejo- esto tiene que ser una broma, una especie de truco- me dije a mi misma mientras reía irónicamente.
No podía, aquello que pienso tiene que ser algún tipo de broma o cualquier otra opción que me causen este tipo de malestares. Pero por ningún motivo puedo yo estar….. ¿o si?
Me detuve en seco y corrí hacia una farmacia cercana. Mi madre al igual que Lizzi me gritó desconcertadas por lo que acababa de hacer. Pero simplemente las ignoré dejando que sus gritos se las llevara el viento.
Si Bill había sido capaz de dejarme embarazada o que esto lo hubiera planeado yo..
Mis mismas palabras o pensamientos eran tantos que me fue imposible progresar información nueva. La idea de tener un nuevo bebe por Bill me hacía sentirme algo maravillada y con un poco de esperanza. Ahora podía saborearla.
Fueron los mismos síntomas, los mismos problemas de antes ¿Por qué jamás me detuve a pensar en eso?
Una vez obtenido mi prueba de embarazo me lo escondí por debajo de mi blusa donde nadie pudiera notarlo. No se lo contaría a nadie y pensaría muy bien las cosas antes de actuar.
-¿Que es lo que pasa Neily? –Preguntó Lizzi ansiosa una vez que llegue a su lado- tu mama estaba por llamar de nuevo a la policía.
-Todo esta bien –le dije algo alegre que ni yo misma me lo podía creer- tengo que ir a mi habitación.
Supe que tenía tantas preguntas por hacerme pero realmente tenía la necesidad de saber que me tocaba hacer. Bill no se había llevado todo de mí después de todo. Me había dejado algo que prácticamente era una parte de él. “Un hijo”
¿Una madre yo? Ahora me costaba trabajo creerlo y me parecía mas sencillo aceptarlo. Pero acaso ¿Bill lo habría planeado? De ser así y conociendo a Bill jamás me dejaría en estas situaciones, si él se llegara a enterar de que probablemente yo ….
Sin esperar ni un segundo tomé mi celular y busque su número rápidamente. Le diría que tendríamos un hijo y …..
-No –bajé la mirada y me estremecí- pensaría que es solo una excusa. Además, si él no me hubiera dejado probablemente él y yo estuviéramos festejando, pero el destino así lo quiso.
Quizá el mismo destino desea vernos separados. No estamos hechos el uno para el otro, tal vez él no es la perfecta pareja que siempre soñé alguna vez.
Mi vida ya estaba hecha ahora y no tenía que regresar al pasado. Todo tenía que seguir adelante
Me prometí callar lo que probablemente sería “un embarazo” me iría a los Ángeles donde nadie supiera nada.
Mientras trataba de recobrarme en el lavabo del baño con el agua ardiendo tomé aire desesperadamente.
Hoy era el día de mi partida a los Ángeles. Mis padres y amigos estaban esperándome abajo con las maletas ya puestas en el carro y un montón de lágrimas.
Miré por una última vez la prueba de embarazo dando a positivo. Me sostuve fuertemente en el lavabo e intente mantenerme callada. Suspire aire antes de volver a mirar sus rostros por una última vez durante un largo tiempo.
Fue difícil ocultárselo a Lizzi pero de alguna forma se lo diría a Bill y eso no estaba planeado. Seguiría normal con mi propia vida aunque con algo diferente mezclado con un poco de sentido.
“Gracias pequeño tontín, me has dejado con algo que de veras vale la pena seguir viviendo” agradecí a Bill en mis adentros mientras una sonrisa que hacía años que no la sentía frente al espejo se iba agrandando por todo mi rostro.
Tomé mi ultima bolsa y salí corriendo a uno de lo carros que me llevarían directo al aeropuerto.
Las lágrimas no se hicieron de esperarse ni los abrazos. Mi madre no paraba de soltarme y de sollozar fuera del aeropuerto. Mi amiga Lizzi me dio un fuerte abrazo, Fanny solo me dedico una de sus sonrisas y se limito a estrecharme la mano, mi madre me dio un pequeño beso en la mejilla, el cual me alegro mucho más mi día. “Visítanos pronto” me mencionó antes de abrazar a mi padre y darle otro beso en la mejilla.
Sin él ahora yo tal vez me encontraría gravemente perdida. Viviendo en el mismo sitio de mi madre con el mismo carácter de diario y quien sabe si me encontraba con un chico diferente a Bill.
Me quité ese pensamiento de la cabeza al pensar en otro chico que no fuera Bill. Tal vez pudiera encontrar otro chico diferente pero no lo amaría tanto como lo hice con Bill. Estaba advertida de que tal vez algún día se enteraran de que Bill tenía un hijo, pero me sentía preparada para lo que fuera o lo que pasara de ahora en adelante.
Nadie podrá quitarme este hijo mío que ahora se encuentra bajo mi vientre. Ahora se que tengo “Una razón para vivir”.
Living Without Limits 2
jueves, 12 de agosto de 2010
Agradecimientos
He dado por terminado por fin después de todo esta segunda temporada de mi maravillosa historia “Living Without Limits” no saben cuanto le he agradecido a mi mente por mantenerse tan viva y despierta durante estos largos meses.
Quiero darles las gracias a mi familia, aunque no lo crean ellos me han explicado tantas cosas y me han ayudado muchísimo. A mi papá en quien me explica cada cosa elocuente y que es una de las personas a quien admiro y me gustaría tener la misma inteligencia que él. A mi mamá en quien me presiona constantemente por que mande a publicar un libro mío.
A mi hermana y amigos que con sus incomparables experiencias en “la cama” me ayudan bastante.
A los libros maravillosos que he leído, que en ellos mismo me explican tantas cosas. A Sthepanie Meyer, no conozco mejor autor del libro que redacte de la misma forma que ella.
A Cuahtemoc, por la forma en la que habla de la religión y como da lecciones de la vida.
También quiero dar las gracias a la súper banda en la que me he estado apoyando estos meses. Jamás en toda mi vida me había obsesionado por una banda sabiendo que me gusta la música pop.
Pero hay algo más en mi vida a la que le doy gracias aparte de Dios por permitirme día con día seguir con ustedes redactando mi gran imaginación y esa son mis grandes lectoras, quienes nunca me dejan ni me han abandonado a Raven quien me a apoyado en los meses mas difíciles que tuve en mi vida, a mi prima quien ha leído mi historia desde el principio, a Cami quien ha estado comentando más, y a muchas otras que se me olvidan sus nombres pero que siempre pienso en ustedes. Ustedes son las que alimentan esta historia. Sus comentarios me hacen agrandarla y seguir continuamente con ella.
Jamás creí que esta historia duraría tanto y ahora estoy sentada escribiendo para más de 50 personas.
No puedo explicar como me siento tan agradecida con ustedes.
Muchas, muchas, muchas gracias. Las quiero A TODAS.
Quiero darles las gracias a mi familia, aunque no lo crean ellos me han explicado tantas cosas y me han ayudado muchísimo. A mi papá en quien me explica cada cosa elocuente y que es una de las personas a quien admiro y me gustaría tener la misma inteligencia que él. A mi mamá en quien me presiona constantemente por que mande a publicar un libro mío.
A mi hermana y amigos que con sus incomparables experiencias en “la cama” me ayudan bastante.
A los libros maravillosos que he leído, que en ellos mismo me explican tantas cosas. A Sthepanie Meyer, no conozco mejor autor del libro que redacte de la misma forma que ella.
A Cuahtemoc, por la forma en la que habla de la religión y como da lecciones de la vida.
También quiero dar las gracias a la súper banda en la que me he estado apoyando estos meses. Jamás en toda mi vida me había obsesionado por una banda sabiendo que me gusta la música pop.
Pero hay algo más en mi vida a la que le doy gracias aparte de Dios por permitirme día con día seguir con ustedes redactando mi gran imaginación y esa son mis grandes lectoras, quienes nunca me dejan ni me han abandonado a Raven quien me a apoyado en los meses mas difíciles que tuve en mi vida, a mi prima quien ha leído mi historia desde el principio, a Cami quien ha estado comentando más, y a muchas otras que se me olvidan sus nombres pero que siempre pienso en ustedes. Ustedes son las que alimentan esta historia. Sus comentarios me hacen agrandarla y seguir continuamente con ella.
Jamás creí que esta historia duraría tanto y ahora estoy sentada escribiendo para más de 50 personas.
No puedo explicar como me siento tan agradecida con ustedes.
Muchas, muchas, muchas gracias. Las quiero A TODAS.
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